No sé si he tenido por montones. Para nada. Creo que nunca me pregunté realmente qué eran los amores incompletos. Hasta que lo sentí. Hoy pienso que son esos que por algún motivo que no conocemos, se acaban. Esos que por más que uno piensa qué pasó, no entiende que pasó. Esos que a uno lo dejan con el recuerdo latente en la cabeza, y donde sea que vaya, aparecen. Creo que esos son los amores incompletos.
Porque los otros, aunque se hayan acabado, uno entiende que se acabaron. Aunque se haya sufrido, aunque haya sido duro, uno sabe qué pasó y ya. No hay más vuelta que darle.
Creo que los amores incompletos son esos que efectivamente arrasan con las famosos mariposas de la guata, y hacen que pase mucho, para que vuelvan a aparecer. No hay posibilidad de que reaparezcan así como así con otra persona.
Matan las mariposas, y también discos completos, lugares de la ciudad, horas del día, todo les pertenecía.
Y aunque uno sepa que que se acabaron. Uno todavía no entiende por qué. O simplemente no quiere entender para que sigan existiendo, por ahí.
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