Thursday, September 07, 2006

final del viaje

Esto del blog es bien freak. Una serie de datos contados para que la gente lea, se entere, piense, saque conclusiones, vitrinee...mmm. Me vienen las dudas.
Al final nunca escribo lo que siento 100%, o sea, no lo que realmente pasa. Cuento historias paralelas. No soy escritora, más encima escribo de cosas "reales", una especie de voyerismo enfermo que parece que me empieza a dar verguenza. Sobretodo, por que hoy, quedándome dormida antes de ir a una comida, me puse a pensar de lo que realmente quisiera escribir. De las estupideces que pienso cuando voy en micro, o cuando estoy con migo, migo y solo migo. El tema era el siguiente.... lo que siempre quise ser y no fui, lo que siempre quise tener, y no tuve. Mal. Me puse a pensar en mi confesión que alguna vez exterioricé: que me hubiera encantando ser linda. Que si fuera millonaria me operaría de todas maneras. Estupideces. Pero que aparecen en la cabeza cuando uno anda idiota. Al final ser o no ser inteligente da lo mismo. Las mujeres no somos más o menos felices por aquello. Como bien me decía una amiga, en relación a lo que alguna vez le dijeron por su comportamiento equivocado "te enamoraste como mujer inteligente". Básicamente: estás mal.
Entonces, continuando con mi wanabe oculto, me imaginaba lo que hubiera querido, y no tuve. Por ejemplo, cosas como las que me decía Tatán que se imaginaba de mi futuro... unos colorines corriendo por Calera de Tango. Parece ser que ya no existieron. No así por lo menos. Calera de Tango ni si quiera existe más.
Así, tal cual. Ha terminado una etapa. Por casualidad, me pongo a revisar cuando fue mi primer post. Uf... las fucking casualidades. Hace justo un año. Ok, es una señal. No mas posts. Se acabó el viaje. Por lo menos por ahora.

4 comments:

Anonymous said...

Piénsalo asi: Si encontrases un cuaderno de tu mamá donde anotase sus ideas y reflexiones, ¿te gustaría leerlo? Por otro lado, si te sientes orgullosa de lo que lees, y no hay nada extremadamente personal, ¿lo compartirías?
Alguien va a encontrar en el futuro este blog (y todo blog que no se pierda), y lo valorará.

Anonymous said...

no es necesaria la operacion
el problema son los espejos
ya eres linda...te has mirado en los espejos equivocados
extrañaré tus palabras, si ya no va mas...
en fin...
los caminos siempre se cruzan

Ricardo said...

me pasó algo freak... hace 5 minutos estaba pensando en cerrar mi blog también... como estaba pensando en blogs me puse a leer los habituales y me encuentro con este post... ¿coincidencia?

A mi tambien me pasa que cuestiono la utilidad del blog, la verdad no se porque escribo...

Bueno, te cuento que mi conclusión fue que no voy a matar mi blog... tampoco tengo ganas de escribir nada por ahora, pero lo voy a dejar ahi... de ahí cachamos que pasa.

Anonymous said...

Que nostalgia la del futuro sin saber de tantas cosas, aunque algunas fuesen muy sabidas: teleféricos, objetos extraviados por causas diversas (bufandas, chaquetas), viajes, muchos viajes, Quinta Normal bajo la noche/música de Dr. Q, el afiche medio alemanote de Australis, Daisy y Violet ¿cómo las hubiésemos conocido?, deseos, tus buenos deseos, tus encierros de ascensor, Margot (que no la conozco más que por esas fotos, una sobre la cama y otra reciente asoleada, además del inventario de lo que ella desaparece), escenas de sicóticos y persecuciones, canciones, intermitencias, enumeraciones, vecindario, pajaritos ilustrados, ¿nunca más la palabra nanufar?, recuentos, varios recuentos, fotos de familia, Circulares y demases.

A mi al principio no se si me gustaba tu blog, tu página personal como prefiero decirle a esa invención. A ratos me desconcertaba. Sólo cuando se comenzó a llenar me pareció ir encontrándole sentido, como en una película de Ruiz. Hasta que uno se habitúa y comienza a esperar la próxima entrega, como cuando se espera en el kiosco la revista favorita o el disco de tu banda predilecta.

El problema no está en el futuro de la nostalgia, sino más bien en lo inmediato: te decía que tu pagina personal es, eminentemente y como lo tantea su nombre, un viaje; y yo al menos lo viajé completo. Así es que este estrepitoso “final de viaje” es también una estafa, una decepción y una pena; como si en un avión a mitad del Atlántico el piloto se aburriese, descubriese que esa no es su vocación y se tira en paracaídas. Eso nadie lo quiere para nadie.

En todo caso, pese a la rabia, no voy a pedir que me devuelvan la plata: fue un buen viaje y valió la pena. A ver si con ese gesto te arrepientes y sigues.