como hasta cierta edad, los años no pasaban.
Cuando cumplí 25 hice una enorme celebración, pero por dentro, estaba deprimida. A las 4 de la mañana me fui a dormir mientras mis amigos seguían conversando en la terraza hasta el amanecer. Yo no quería cumplir 25.
Al otro día, por otras razones, puedo decir que fue el primer día del resto de mi vida, por lo menos, la que vivo ahora.
Entonces, estábamos en que pasan los años. Ahora no sé si me importa demasiado. Tengo la sensación de que no me he saltado nada, y que los años malos, han traído buenos años después.
Me gusta cuando empiezan los años.... aunque sea un calendario que alguien inventó, y que decidió que tenía 365 días, y a veces 366, es como cambiar las sábanas... atrás quedan noches solas, acompañadas, tristes, felices... en fin... quedan atrás.
Ahora que pasan los años, se me llena el disco duro de momentos que uno no quiere olvidar. Lo bueno, es que ese disco duro, no se llena.
Los años pasan porque uno ve como se llena la vida de objetos, de manías, de discos, de parientes que uno vio nacer y que ahora son unos seres pensantes y casi independientes, de historias comunes, de tradiciones, de rituales.
El 2005 se fue extraño, como fue durante casi todos sus 365 días de 24 horas.
Pero sirvió para almacenar encuentros fortuitos, risas, paseos, bicicleta, inauguraciones, despedidas, bienvenidas, mar, Buenos Aires, París, Norte, Sur.
Acabo de llenar mi disco duro de buenos recuerdos, de esos que uno sabe que va a guardar y no eliminar por ningún motivo.
Monday, January 02, 2006
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1 comment:
¡Feliz año para vos también! ¿Algún plan para las vacaciones? Éxitos en los nuevos proyectos que empieces. Saludos, Diego.
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