apprendre

Tengo hartos alumnos. tal vez demasiados.
recién ahora en noviembre me estoy aprendiendo las caras con los apellidos.
Por algún motivo uno se acuerda más de cierta gente que de otra, eso es normal.
Un par, me dicen Profe Katie.
Si lo escribieran, seguramente sería Profe Queiti. Igual como escribe Katie el guatón.
En la universidad hay dos tipos de alumnos. Los que tienen un rollo en la vida, y los que no.
Los que tienen un rollo, se visten de una manera, porque significa que tienen un grupo favorito, porque tienen una pandilla de amigos parecidos, porque hacen algo más que tomar piscola los fines de semana.
Los que no, son unos personajes medios insípidos, que ni siquiera se deprimen mucho si les pones un 2.
Mis alumnos-amigos, son los que obviamente, tienen algo más que una piscola en la cebeza. Soy bien exigente, pero como todo en la vida, una cosa es poner notas, y otra es ser algo más que una profesora.
Muchas veces me pregunto si en verdad uno tiene algo que enseñar. A veces me da lata ir a clases y estar toda la tarde parada. A veces quisiera tener alumnos más ansiosos por aprender. Después pienso lo bonito del concepto de la palabra aprender en francés. En francés, enseñar, se dice apprendre, y aprender, apprendre. Se dice igual.
Cuando enseñas aprendes, y cuando aprendes enseñas. Bonito.
Bueno, ayer C me llama y me dice: Profe Queiti, te tengo un regalo. Me pasa su disco de música. Me dice: "es del año pasado, pero ya se viene el otro". Motivado C. Me lo pasó con portada y todo. Se dio el tiempo.
Sólo C y yo sabemos el porqué de ese regalo. Nada turbio. Todo lo contrario. Él sabe que no me está haciendo la pata.
Y el disco. Como tan bueno. Hasta a Vicente mi sobrino le gustó. Onda grábamelo porfa.

Viva aprender.