Encontré esto entre mis miles de textos antiguos, guardados en el disco duro, y que han ido pasando de computador en computador, de Performa a Ibook naranjo, a G4, a powerbook 1 y ahora a powerbook 2.
Un texto que escribí en París, pero que no tiene mucho que ver con haber estado ahí, sino con lo que me pasó cuando vi Big Fish. Me acuerdo de haber estado disimulando las lágrimas, sentada al lado de Soja, la amiga más ruda que tengo. Una croata increible, que ha pasado por guerras, traslados, separaciones, idiomas, todo. Power ella.
Bueno, aquí va.
Los des-encuentros
A veces nos conviene que la vida sea solo una... otras, ojalá existiera la posibilidad de recomenzar de nuevo, de otras maneras. Los des-encuentros son los que generan a veces esas ganas...
Como en “Big ƒish” de Tim Burton, el personaje de la “bruja” dice que nunca pudo tener un romance con Eward Bloom, porque las dos veces que se encontraron, no calzaron: la primera, fue demasiado temprano, la otra, demasiado tarde.
Eso también pasa en la vida real. Personas que podrían haber sido, pero que las conocimos en el momento incorrecto. El tiempo fue el único inconveniente, que no permitió concretizar algo que, en otro momento, hubiera resultado de todas formas. Vienen junto al factor tiempo una serie de hechos que sucedieron sólo y nada más que porque así tenía que suceder. Matrimonios, viajes, lejanías, uniones, etc, que no significan rechazos, sino desconecciones. Los des-encuentros nos hacen así, mirar los hechos con cierta aceptación, principalmente porque con el tiempo no hay nada que hacer, no se puede combatir, por lo tanto lo único que queda es aceptar las circunstancias con humildad, y continuar.
Los des-encuentros también permiten sincerarse y decir cosas que no alcanzan a ser dañinas ni cobardes, sino que incluso ayudan a mitigar la tristeza de lo no concretizado. Si te hubiera conocido antes, si no tuviera que irme, si no tuvieras que irte, si te hubieras quedado, si te hubieras ido, etc. etc. etc. Siempre es mejor escuchar eso, que tener un silencio que genera dudas y cuestionamientos. A veces el destino tiene sus razones.
Saturday, October 15, 2005
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