viajes

Escribo en secreto, porque no puedo escribir de otra forma.
No puedo, hoy, mañana, ayer, hacer público todo lo que siento.


Ha sido un tiempo de viajes.
Viajes dolorosos.
Viajes que por algún motivo, tenían que existir.

Partí yo.
De viaje a Nueva York.
Luego, me tuve que ir otra vez a Estados Unidos.
Esta vez, moverme por unos días a la calle Estados Unidos.
Dormir mal, desperttar a las 5 de la mañana abatida.
Enfermarme, dolor de cuerpo.

Luego, partiste.

Luego, partiste también.

Una y otra vez.

Me pregunto si es un homenaje a la distancia.
Un aprendizaje forzoso.
Duro.
Que me deja inmóvil.

Estoy en el aeropuerto y no puedo tomar ningún avión.
Tengo las manos atadas, los pies atados.

Lo único que me deja volar,
equivocadamente supongo, es el sentimiento.

Voy a todas partes.
Sueño mildoscientos lugares.
Voy, vuelvo, soy feliz una vez,
y otra, y otra.

Luego me doy cuenta de que estoy en esta plataforma,
que no puedo partir.
No me hace feliz.

Sólo , puedes desatarme.
Ahora.

Y no puedes.