Lastarria

El conserje de Rosal, que anda en bicicleta con su nieto.
La conserje de pelo corto de la esquina de Rosal con Victoria Subercaseaux.
Juan, el conserje de merced 286 que habla de la gente de la farándula que vive en el barrio.

El caballero de los poodles (dos blancos y uno negro) que están todo el día en la ventana del primer piso de Padre Luis de Valdivia.
Apu, que no cierra nunca, y que trabaja con su mamá, y que es dueño de la mitad de los locales del barrio.
El mendigo ermitaño, que nunca pide nada y que cuando le paso monedas solamente me sonríe.
Las hermanas del local que va llegando a la esquina de la Alameda.
Los mozos del Victorino, que llegan en bicicleta y los días que están de "civil" van igual al Victorino, pero a tomar con sus amigos.
La ex moza pelirroja, que pasea a su niñito en coche todo el día.
Un gordo con cara de talibán, que se viste de blanco y ahora tiene perro.


La presidenta del gremio de los estacionadores turbios de Rosal, la Chola, que algunos días anda de bueno genio, y otros absolutamente de maleta.
El sobrino de la Chola, que reemplaza a la Morena, hija de la Chola. Que es joven, usa pantalón de cuero y quiere ser amigo.
La Morena, que hay días que anda sana, y hay días que está absolutamente desquiciada, después de haber consumido mucho de algo que no sabemos qué es.
La estacionadora teen de Lastarria, que todos los años tiene un hijo nuevo, y que lo primero que le enseña a los cabros chicos es a decir "¿tiene una moneda?".
Los vecinos que se sientan todos los fines de semana en la entrada del edificio en Rosal a ver como su hijo juega en la vereda.
El viejo anticuarista del 374, siempre con olor a colonia Barcelatto y recién peinado, que saca los afiches pegados en la calle.
El vecino cesante y alcohólico del 374 , que conversa y es imposible saber si lo que dice es verdad o es mentira.
El emblemático Carlos Pérez, que fuma todo el día y conversa con sus amigos gays en el café Ona.
El Anticristo, que ahora en vez de carro de supermercado, tiene un coche.