A Felix lo abandonaron ayer en la tarde en la esquina de rosal con pasaje rosal.
Margot le teme a los gatos y no sabe muy bien cómo relacionarse con ellos.
Es que gastón le tenía mala, y ahora su reemplazante, más mala aún.
A las 10:30 pm Félix estaba mojado y llorando hace horas adentro de una mini caja de cartón.
Sólo podía llamarse Felíx por demasiados motivos. 1, era un gato. 2, hacía 5 minutos me habían presentado al nuevo conserje que se llama "Felix", pero él dice que se llama "Felic" 3, había que darle un nombre rápidamente.
Con Margot esperamos un rato a que alguien se apiadase de Félix. Nos complicaba un poco caber los 3 en nuestro mínimo local. Pero nadie se apiadó y decidimos integrar a nuestro hogar femenino y perruno a un macho gatuno, de a lo más un mes de vida.
Nos metimos a la cama y Félix de a poquito dejó de llorar, a estar sequito.
Nuestra primera noche de nueva familia animal mixta.
Margot varias veces se acercó a investigar al amigo. Lo olió, lo empezó a querer.
Varias veces me desperté en la noche para ver como estaba Félix.
Como a la tercera vez, como a las 5 am, Félix dejó de respirar.
Margot no entendió porqué me levanté y dejé a Félix sobre la mesa.
Ya tenía todo lo indispensable para ser un nurro oficial: nombre y familia.
Esperamos que Felix haya sido feliz. Al menos un ratito.
Friday, January 04, 2008
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
1 comment:
que historia más triste... pero enternecedora al mismo tiempo
Post a Comment