Sunday, April 09, 2006

barrio

Siempre fui responsable y cumplidora con los horarios. Las clases del master comenzaban a las 9 y generalmente yo llegaba todos los días 10 minutos antes para estar lista a la hora y llegara el profesor X a darnos una cátedra X.
Evidentemente en la situación de master, todos mis compañeros ya eran profesionales, responsables, mateos, igual que yo. La única diferencia era que yo era la menor, y además estaba en París llegada hace muy poco, con ansiedad de conocer la ciudad.
La más "floja" del curso era Zoja, una croata. Un poco mayor que yo, con gustos musicales muy parecidos, empezamos a juntarnos en horas extra del master a recorrer calles y cafés del barrio de les Ateliers, que quedaba justo al medio de mi barrio y el suyo.
Un día que la clase estaba fome, Zoja me invitó a retirarnos de la clase e ir a pasear. Hacer la cimarra... eh.... bueno, no me parecía tan malo darle un break a la responsabilidad y recorrer las calles. Más que mal igual yo era una turista de viaje y quería conocer. Me acuerdo que muy huasa yo, le comenté cerca de la Place des Vosges que lo que me gustaba de París, era el tema del barrio. Que cada barrio tuviera 3 panaderías, 3 queserías, 3 tiendas de vino, y que uno fuera al supermercado varias veces por semana, sin estress, porque eran chicos y con lo justo y lo necesario. Zoja me miró con cara de asombro. Croacia también queda en Europa y por su puesto que también era así. Cuando yo le explicaba que en Santiago los supermercados eran enormes y que te demorabas unas 2 horas en hacer la compra total, que siempre incluía objetos extra además de la lista básica de compras, del tipo ropa, productos de belleza, accesorios innecesarios etc, me miró y debe haber pensado: de qué parte de estados unidos vendrá esta rucia que me engaña y me dice que es chilena.

Conversaba con un amigo de cómo se supone que el entorno no debiese afectar a tu modo de vida. En Santiago eso es tan difícil. Definitivamente acá el ritmo es terrible.

Pero el barrio ha sido un tema este último tiempo. Un valor agregado casi imprescindible.

Hoy me desperté con un organillero. Fue la mejor alarma.

1 comment:

Isabel said...

La otra noche fui a comer con el papá de mi pololo y su mujer. Son personas mayores, casados ambos por segunda vez. Él es economista jubilado y ahora maneja una caridad en Africa. Viven muy cómodamente y han viajado por todo el mundo. Y *ellos* también me dijeron esa noche que lo mejor de París eran sus barrios. Quedas confirmada. :)