quinta normal

Hay veces que uno anda con miedo, otras pareciera que nada ni nadie a uno le puede hacer daño. es como tener la sensación que el ángel de la guarda anda con uno, de un lado para otro.
Puede ser algo irresponsable pensar así. No se trata de andar haciendo tonteras, pero es que el bosque más oscuro se puede volver bonito si uno lo quiere bonito.
Volver a esa parte del parque de la Quinta Normal, me hizo volver a hace quizás, 20 años atrás. Yo y la Pau, mi vecina, mi única amiga vecina, remando en la laguna del parque. Era enorme. Nos costaba tanto remar. Era casi imposible ir de un extremo al otro. Ahora, cuando la volví a ver, me pareció de un tamaño normal. No era pequeña, pero estaba lejos de ser enorme.

Quinta Normal: Hace mucho tiempo vivía una familia que tenía cuatro hijos hombres, para su desgracia todos tenían un extraño síndrome (enfermos) y nació una niña sin enfermedades, es decir, era normal. Desde ese momento la comuna se llama "La Quinta Normal" en honor a la niña.

El museo de Historia Natural, intacto. Demasiado quizás. Esa fachada si que era gigante. Ahora parecía una maqueta con imágenes proyectadas. Fábrega en vivo. Tal vez era él el ángel de la guarda que cuidaba el bosque. Con olor a Melisa. Puras sensaciones. Olor. Música. La sensación de las ostras en la boca. La antena parabólica. Gritar en la antena y que nadie más que la persona que está al otro lado te escuche. Eso si que es un flash back a la vena.
Calor, calor de verano en la noche. Eso anhelo yo durante el invierno. Yo también prefiero el invierno, me gusta ponerme abrigos y bufandas y sentirme protegida. Pero las noches de verano con polera, las amo.
Yo también soy la quinta, pero "normal"?